Los edificios inteligentes están impulsando una mayor necesidad de fiabilidad
A medida que las demandas ambientales y de seguridad sobre las infraestructuras de los edificios se vuelven cada vez más complejas, existe la oportunidad de repensar el enfoque de cómo se gestionan los edificios. Los edificios y campus de hoy en día soportan una amplia gama de sistemas de control: de acceso, medioambientales, de vigilancia por vídeo, de eficiencia energética y más. Estas soluciones suelen desplegarse en forma de tubo de cocina en plataformas dispares y esta falta de integración ha dado lugar a la complejidad, los altos costos y la pérdida de eficiencia.
En esta nueva era del Edificio Inteligente, la situación está cambiando rápidamente y hay tres tecnologías que lo permiten:
Dispositivos IoT (Internet de las cosas) - En el pasado, los dispositivos finales como cámaras, lectores de placas y termostatos en un edificio eran propietarios y caros. La introducción de dispositivos de bajo costo, junto con la adopción de normas de comunicación coherentes, está dando lugar a un mayor número de dispositivos y a una mayor integración entre los sistemas.
Virtualización - Una de las cosas que ha frenado la virtualización y la integración de las tecnologías de construcción ha sido el requisito de que cada solución tenga su propia infraestructura única. Ahora que los dispositivos están basados en IO, esto presenta una oportunidad para simplificar la infraestructura del edificio y reducir los costos a través de la virtualización.
Análisis - El análisis de los datos procedentes del aumento del número de dispositivos finales puede conducir a cambios en los procesos empresariales para impulsar la eficiencia y gestionar los costes.
Estos tres avances están permitiendo el Edificio Inteligente, pero el verdadero núcleo de la tecnología del Edificio Inteligente son las aplicaciones de control que recogen los datos del dispositivo de IO y transforman esos datos en análisis. Además, estas aplicaciones de control también pueden tener un papel en la gestión de los dispositivos de punto final de IO y permitir auditorías y cumplimiento en lugares críticos.